Cuento El corcho

Les presentamos este pequeño cuento y al final algunas palabras que posiblemente no conozcan, si tienen dudas pueden escribirnos un comentario. Que lo disfruten.

No es que la generosidad no tenga límites; más aún, son tantas sus fronteras que los peregrinos que la buscan casi siempre vuelven derrotados. Pero es que la generosidad de “El Corcho”, como le decían, parecía realmente no tener fondo.

Pobre como las ratas, analfabeta como la justicia y con una incapacidad conmovedora para entender el significado de lo ajeno.

El Corcho pasaba más tiempo en el penal de la Isla de San Lucas que en tierra firme, y el apodo que defendía a muerte se lo había ganado flotando: en tierra, flotaba en guaro; en el océano flotaba cada vez que le venían esas ganas irresistibles de ver a la familia y a los amigos.

Los niños lo veían salir a nado de las aguas, con una bolsa de mecate atada a la cintura y corrían a saludarlo. El Corcho abría la bolsa y les regalaba figuritas de madera talladas a mano por otros reclusos. El resto del equipaje se reducía a una bolsita plástica en la que envolvía el dinero ganado trabajando en lo que sus compañeros se negaban a hacer, y que derrochaba en el “Quitapenas” invitando hasta a los policías que llegaban por él…Eran otros tiempos.

En el presidio se enteraban de la fuga tres o cuatro días después y con la mayor despreocupación mandaban por él. Si no estaba en la cantina, o vagando por el puerto, estaba de visita donde cualquiera de las familias que ya se lo sabían de memoria y le pagaban por el trabajo misceláneo que se ofreciera en el momento. Con el dinero, invariablemente volvía para convidar a los que se le habían quedado por fuera la noche anterior…Eran otros tiempos.

Alguien le hizo el favor al Corcho de escribirle con pincel y pintura celeste sobre su tumba el epitafio que él quería:

-¡Flores para todos, yo invito!

Extraído del libro “Urbanoscopio” de Fernando Contreras Castro, escritor costarricense.

Vocabulario

Corcho: Tapón que se hace de corcho (tejido vegetal) para cerrar botellas u otras cosas, suele flotar cuando está en el agua.

Apodo: Nombre que se acostumbra dársele a una persona tomado de alguna característica o circunstancia específica.

Guaro: Este es el nombre que se le da al aguardiente de caña en algunos países como Nicaragua o Costa Rica.

Mecate: Cordel o cuerda hecha de cabuya, cáñamo, etc. En este caso utilizado para hacer una bolsa.

Presidio: Cárcel, prisión, centro penitenciario, penitenciaría.

Cantina: En Centroamérica es una taberna, un pequeño bar.

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